Planto
A Golondra, mi madre, porque el dolor todavía arde.
A Francisco Pino y a mi padre, que me dieron paz.
A todos in memoriam.
I
PLANTO
Cómo fue que me perdí entre mares
El pez el aire el cincel
Que bebí del vaso del vacío
del hueco de la fiebre
del pez del aire del cincel
Llueve:
La palabra se marchita como una flor blanca entre cachorros
Queda la memoria apenas intacta
de una madeja de lana
que esconde las fisuras del tiempo
El hueco
El pez
El aire Las agujas
El cincel
El tiempo alisa el largo olor a lluvia
los bordes de la tierra
las plantas que beben
el aire
El peso
El pozo
El pez
II
Mi cuerpo nadando entre palmeras
erizándose en la calima
con el eje clavado en el peso de la tierra
en el dolor soterrado
Fuera de sí
Abierto
Agitando las verdes cabelleras de lo ambiguo
de lo enormemente amplio
Mi cuerpo traspasado de clavos
manando salina saliva Garras Abrojos
Gritando
Mi cuerpo encanecido
Incendiándose en el hielo
en el gentío
Allá abajo
III
Desear el monte y el vuelo
el cruce de todas las redes
que unen los mundos de la muerte
estar allá
Y aquí dentro
Fluyen los desgarros de la mente
un licor dulce Y sordo
más rápido que la luz leve espeso
El monte se apaga Sólo queda el vuelo
El hambre de la sombra
Los rituales de la angustia donde se acalambra el sueño
El toro
La cabra
El cerdo
Al borde del pozo
se detiene un aire frío
Sólo las alas apagan el hambre de la sombra
los límites que se expanden a cien mil años sin tiempo
que te desgajan el allá y el aquí dentro
El alfa El fin
El borde de la piel
Donde el aire se disuelve como un caramelo
El hambre de la sombra
El vuelo
IV
Las redes del vacío alisando el dolor
plegándolo como una sábana sin planchar
diluyendolo en dolores más pequeños
No ser sino sombra Eco
El monte que no podré trepar
el altar el vuelo
Escalón a escalón
por la ladera sin deseos
No ser sino siendo en lo turbio
En lo continuo
En lo yerto
El dolor aglutina la memoria amortigua el olvido
Martillea la lluvia cristales densos
y el aire se esponja
Escalón a escalón
crece la sombra
como un velo de encaje sucio
El hueco
El barro hirviendo
Un ave gigante se recuelga tiritando de mi alero
V
(Cenizas de mi madre.
Caleta de Maro)
Bebí tu tierra en la sal del agua
El agua tu cuerpo
De nuevo tus pezones en mi boca
y tú en la orilla hasta los muslos
y yo más lejos
Cada vez más cerca te ibas en lo gris de tus restos
bordeando las venas amoratadas de mis piernas
agua fluyente superficies del dolor alas albatros
mis manos como algas
Arena de lo gris albas espumas Lo blanco
Retozando como un animal feliz en los bajíos
la piel del horizonte como un cántico en el reflujo
Bandada de la luz
Lo claro
Esa tu piel tan fría
Esos tus labios amados
La luz de nuevo una
el aire crespo
Tuyo mi cuerpo
Tuyos los pájaros